sábado, 2 de marzo de 2019

Tres Años Sin Perder

Paúl Arano la pesadilla de Oriente Petrolero
La pesadilla de Oriente Petrolero tiene nombre y apellido: Cristian Paúl Arano Ruiz. El académico le dio, otra vez, el triunfo a Blooming ante su archirrival con un gol cuando el partido "se moría", además le permitió ascender a la tercera plaza de la general en el campeonato Apertura a solo tres puntos del único líder, Nacional Potosí (22). El mediocampista lleva tres clásicos consecutivos venciendo las redes orientales, sin importarle si está Guillermo Vizcarra o Rómel Quiñónez. Y el mal sueño no acaba ahí para los refineros; hasta el próximo clásico cruceño el 25 de mayo serán 649 días que los verdolagas no pueden ganarle a los celestes. 
Oriente, en una parálisis del sueño. La racha goleadora de Arano comenzó el 5 de agosto del 2018, ahí debutó en clásicos cruceños y anotó uno de los tres tantos, los otros dos lo hicieron Joselito Vaca y José Luis Vargas. Blooming ganó 2 a 0. 
El chico nacido en una escuela y que desea comprarle una casa a sus padres, tuvo un partido de ensueño, que no acabó allí. Si el primero fue ideal, el segundo fue de "otro mundo". El domingo 14 de noviembre, verdolagas y académicos se volvierona  enfrentar en el "Tahuichi". El partido parecía que no pasaba del cero y la figura de Arano vislumbró con un certero doblete.  2-0 festejó "el penta".
En el clásico 184 no dejó pasar la oportunidad para acechar el arco de Quiñónez, quien había ahogado el grito de gol a Rafinha, Rafael Barros, Leonardo Vaca y al propio Arano en un tiro libre. Justo cuando se quedaron con un hombre menos por la tonta expulsión de Óscar Velásquez, el mediocampista desató la algarabía a los 84'.  
Si bien Blooming llegaba mejor parado, nada está dicho en un clásico. Ambos planteles se dedicaron a atacar el área rival. Las cuatro tapadas de Quiñónez evitaron que el resultado sea aún peor, aunque la opción de tomar ventaja la tuvo José Alfredo Castillo con un penal. "El Pícaro" quiso imitar el gol a lo Panenka de Luis Suárez en la Copa del Rey, pero a diferencia del uruguayo que silenció el Santiago Bernabéu, salió abucheado por propios y extraños. Esto cambiaría el rumbo del partido. En el complemento, Velásquez se las dio de boxeador y le pegó dos puñetes a Mario Cuéllar. Vio la roja inmediatamente. Un golpeado Cuéllar perdió el balón dentro de su área y Arano no perdonó.
Fuente: El Día

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