“Volvé Quinteros, fuera Pimpo” decía una pancarta instalada por los hinchas. La leyenda fue retirada minutos después por orden de los directivos.
Estaba claro, antes de enfrentarse anoche a Bolívar, que Blooming ya no tenía nada que hacer en el torneo Apertura, y que más bien, tras la eliminación prematura, centra toda su mirada en la Copa Sudamericana que se viene. También era evidente que el equipo iba a estar ‘bajo la lupa’ por los comentarios surgidos estos días (reforzados por el 2-0 de anoche) debido a que el cuadro paceño es rival directo en la lucha por el título del ‘enemigo’ de siempre de los celestes, Oriente Petrolero, que hoy visita a Wilstermann.
Pues bien, lo de Blooming en la fría noche de miércoles fue pobre, en individualidades y como equipo. Como era de esperarse, esto no fue del agrado de los aficionados, que se las agarraron con los jugadores y hasta con la dirigencia (colgaron pancartas en contra del titular Carlos Bendeck). Fue una de las peores actuaciones en casa y no porque el rival hubiera sido un dechado de virtudes, sino porque simplemente la academia cruceña no funciona, es un equipo sin ritmo, sin coordinación y sin identidad, y lo paga caro en un momento de mucha susceptibilidad.
Quizá lo único rescatable fue el empuje de Vieira, que no basta, porque en defensa Fabricio es demasiado impreciso, y anoche se le unieron Vargas y Sánchez. En la primera etapa, Blooming tuvo más la pelota, generó un par de situaciones de riesgo pero sin efectividad arriba. ‘Sucha’ Suárez y Vieira son jugadores que arrancan desde varios metros atrás y no son veloces; esto le facilitó en gran medida el trabajo a Mainguyague y Tordoya, que se recuperaban a tiempo y lograban llegar al cruce.
Repetto, insultado en gran parte del juego, colocó desde el inicio al juvenil Gonzales para que ganara minutos, pero su labor fue improductiva. Sin explotar el sector derecho, las llegadas se centraron por el centro, pero sin riesgo para el meta Arias. En el complemento las cosas cambiaron. Cuando Gustavo Quinteros se aprestaba a sentarse en el banquillo, de la gradería bajó un “Quinteeeros, Quinteeeros”, y hasta se animaron a pedirle el regreso con una pancarta colgada en el sector de general. “‘Cabezón’, ésta es tu casa, volvé cuando querrás”, se leía.
Y el partido siguió. Por ahí los roces entre Verduguez y Flores le dieron un matiz diferente al duelo, pero nada más. Aprovechando esa pobre conexión en las líneas locales, Bolívar marcó el primero tras mal rechazo de Vargas, que le permitió al uruguayo Ferreira, dejar estático a Andrés Jemio. Remató a los 71’ y puso a Bolívar arriba. No había hecho mucho mérito, pero el delantero estuvo ahí, a la espera de un error que llegó. Y para ‘enterrar’ a Blooming, a seis del final (84’), de nuevo Ferreira se hizo presente al marcar el 2-0 tras una veloz corrida desde la mitad de la cancha.
Nada que hacer para este equipo que atraviesa por un pésimo momento. Los hinchas pidieron respeto a la institución y que se vaya Pablo Repetto. Es que a Blooming no le sale nada, si hasta el pasaje para ir a verlo en la Sudamericana lo ganó... un bolivarista.
Las frases
“Fallamos en la definición. Confío en que mejoraremos”
Pablo Repetto / Dt de Blooming
“Dimos un gran paso. Falta un traspié de Oriente”
G. Quinteros / Dt de Bolívar
Fuente: El Mundo
Fuente: El Deber
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