Pálido clásico
Santa
Cruz. Una pobre producción tuvieron celestes y refineros. A pesar de
estar en zona de clasificación, una victoria les hubiera significado
tomar la punta.
Poco juego, cambios inoportunos, lento
ritmo, desdibujados y bajo rendimiento se vio en el clásico 181, donde
Blooming y Oriente Petrolero no pasaron del empate (1-1). Ambos estaban
obligados a ganar para no perder terreno en el Apertura e ir asegurando
su pase a la siguiente fase, pero la poca producción de fútbol en los
dos equipos élites de Santa Cruz acabaron por tildar a un clásico
pálido.
Los celestes comenzaron con el marcador en contra, producto de una
desinteligencia defensiva. Jeastin Campos optó por un tradicional
sistema de cuatro hombres atrás, cuatro en el medio, mientras que Hugo
Bargas y César Pereyra se las batían arriba.
Pablo De Miranda y Cristhian Coimbra
fueron las dos torres que pusieron un freno a los delanteros albiverdes.
A pesar de tener una regular actuación, tuvieron responsabilidad en el
gol contrario, ya que dejaron solo a Luis Haquín. José Sagredo y Juan
Pablo Rioja ocuparon las bandas, pero el único que tuvo proyección
ofensiva fue el gemelo, aunque careció de efectividad a la hora de los
centros. El debut de Cristhian Latorre no fue brillante pero cumplió en
el medio campo, recuperando balones, presionando al rival y
participando una que otra jugada de peligro.
Un desconocido Kevin Farell
y Joselito Vaca eran los llamados a crear el juego celeste, sin
embargo, hubo poca sinergia entre ambos y por momentos pasaron
desapercibidos en el encuentro. Farell fue sustituido antes de finalizar
el primer tiempo por Leonardo Vaca, quien prometía romper con la
mediocridad de ambos equipos, pero terminó cediendo y adaptándose a un
pobre juego. Luis Vargas es un arma de doble filo para Blooming; así
como recupera balones los pierde fácilmente y deja descolados a sus
compañeros, producto de ello, los refineros tuvieron tres opciones
claras de gol. A Bargas los silbidos de la hinchada no le faltaron y el
francoargentino fue más una carga que un aporte a su equipo. En su
reemplazo entró Gustavo Britos, quien se perdió el gol de la victoria
solo ante Zamora. César Pereyra no pudo encajar arriba con ninguno de
sus compatriotas y optó por inventarse una que otra jugada sin peligro
alguno.
A Oriente le falta jerarquía y mantener su nivel. Los verdolagas sufren cuando no pueden dominar el balón.
La falta de lectura y de encontrar
espacios para generar peligro le restan. Néstor Clausen puso tres
centrales; Luis Haquín, Jorge Paredes y Gustavo Olguín se encargaron de
ser unas murallas para el arco de Diego Zamora. Con Daniel Mancilla por
la izquierda y Alexis Ribera por la derecha, el sistema pretendía tener
presencia defensiva y ofensivamente. No obstante, primó más lo defensivo
y ello derivó en el empate celeste. Haquín hizo el gol –su segundo en
clásicos– y se mostró tranquilo junto a Paredes y Olguín, quienes
estuvieron seguros atrás. El único error que les pasó factura fue no
marcar y dejar libre a Delatorre para que convierta el empate. Mancilla
fue más incisivo que Ribera, pero se cansó más rápido. Alexis, con poca
presencia arriba, acabó por ayudar a Marcel Román en el medio. Roly
Sejas y el uruguayo soportaron las pocas embestidas de los celestes;
Roly, también de regular actuación, cortó y anticipó a sus rivales, su
único defecto es no tener la capacidad de disparar al arco. Román no
pudo ser el hombre del juego refinero, ya que se dedicó más a contener.
Ronaldo Sánchez, José Alí Meza y Maxi Freitas no estuvieron finos y, a
excepción del primero, fueron cambiados.
Tanto Rubén Cordano como Zamora
demostraron que se afianzan cada vez más en sus clubes y se ganan la
confianza de sus técnicos para resguardar los tres palos.
Fuente: El Día
El Deber
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