Una derrota sin discusión
Castigo.
Blooming no encontró por dónde hacerle daño a Universitario. El equipo
estuvo perdido y los capitalinos, que fueron disciplinado, se llevan los
tres puntos y es el nuevo líder del Clausura.
Los puntos que se pierden en casa no se recuperan más y al final del
campeonato pueden ser determinantes. Anoche, Blooming jugó mal, no pudo
tener el control de la pelota, pagó cara su ineficiencia para generar
jugadas de gol y terminó perdiendo ante Universitario (1-0), que fue
justo ganador por lo que hizo en todo el partido. Ronald Gallegos hizo
el único gol del partido a los 41 minutos.
La presencia de Joselito Vaca en la cancha, que en su debut se lo vio
falto de ritmo futbolístico, no fue suficiente para que el equipo
funcione, si bien en algunos momentos este intento generar jugadas de
peligro en coordinación con Miguel Loaiza, ambos terminaron perdiéndose
en el medio campo tomado por los visitantes, que cumplieron al pie de la
letra el libreto ensayado durante la semana previa.
A Blooming no le alcanzó con recurrir al juego aéreo, su arma mortal en
otras oportunidades, pues Hugo Bargas y Hernán Boyero se toparon con
dos jugadores como Rolando Barra y Saúl Tórrez, que fueron una muralla
por arriba, y cuando lograron pasarlos estuvo el arquero Federico
Elduayén, siempre impecable por abajo y cortando los centros que lanzaba
Ronald Segovia y Vaca.
No fue fácil para la academia cruceña tener el control de la pelota,
pues salvo los primeros minutos del partido, cuando los celestes
salieron con todo para hacer sentir su localía, pero de a poco los
capitalinos supieron tomar la mitad de la cancha guiados por un
inspirado Luis Liendo, que hizo valer su experiencia para dar
tranquilidad a sus compañeros y orientarlos en la marcación. Cerraron
bien los espacios y bloquearon a los armadores, dejando que la academia
recurra al pelotazo.
El único gol del partido fue tras un centro pasado de Áñez, que Segovia
rechazó mal y se dejó robar la pelota con Liendo, que centró al primer
palo donde Gallegos punteó anticipándose a Galarza, que nada pudo hacer
para evitar la caída. Era el minuto 41 y se convertía en un premio al
orden de la visita
Cambios desesperados
Néstor Clausen, técnico de la academia, sabía que no podía perder en
casa y de lo complicado que estaba el partido, por ello optó por meter a
Darwin Peña por Loaiza, pero una golondrina no hace verano y por más
que el fútbol se hizo más agresivo de mitad de cancha para arriba,
Universitario estaba completo físicamente y bien concentrado en todas
las líneas.
De a poco la desesperación fue cundiendo en los jugadores locales,
todos se fueron en busca de por lo menos el empate, dejando vendida a la
defensa, que al frente tenían a Eduardo Fierro, a Gabriel Ríos, y a
Gallegos, que pudieron haber sentenciado el partido en la recta final,
pero Galarza respondió bien en dos oportunidades
Fuente: El Deber
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